La alfombra salón puede cambiar totalmente la percepción de una estancia. Como sucede con los cuadros, es uno de los recursos más utilizados para conseguir espacios y rincones especiales. ¿Como elegir cuál?
Las alfombras son uno de los objetos preferidos del decorador medio. Existen infinitos modelos y todos, sin excepción, aportan calidez y resultan harto útiles para dividir ambientes. Por si fuera poco, dependiendo de la pieza, ésta puede transmitir la carga tradicional de una cultura en concreto: motivos, texturas, formas… Históricamente, las alfombras han sido consideradas un símbolo de distinción y riqueza; hoy, por suerte, forman parte del proceso interiorista mundano al servicio de la mayoría. Como todos los objetos de decoración, tiene sus pautas. Vamos a detenernos en algunos puntos.
Ambientes. Las alfombras permiten diferencia ambientes dentro de un mismo espacio. Esto permite jugan con ellos. Por ejemplo, si quieres que un espacio destaque frente a otro, coloca en éste una alfombra de mayor tamaño.
Colores. Es muy importante que la alfombra encaje perfectamente con el resto del mobiliario, de modo que antes de escoger una, analiza cómo es la estancia y que colores presenta. Si destacan los estampados, mejor que la alfombra sea lisa. Y viceversa.
Material. El material de la alfombra dirá mucho de qué ambiente quieres conseguir. Los tejidos naturales aportarán un extra de valor y distinción; Las piezas acrílicas, más económicas, ofrecen un acabado joven y dinámico; el algodón es informal; y la lana puesta por la durabilidad y el confort.
Animales. ¿Tienes animales? Piensa bien si realmente quieres colocar una alfombra…
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