La puertas también son mesas

¿No encuentras una mesa que rompa con todo lo visto? Convertir puertas en mesas te dará el toque original que buscas.

Hasta el momento, las propuestas de reciclaje han sido más o menos coherentes: una barrica, una caja, un palet… El de esta entrada tiene mucha más miga, porque es una muestra de las grandes posibilidades que tienen los objetos una vez los sacas de su contexto habitual. ¿Qué te parece si convertimos una puerta en una mesa? No sé tú, pero yo ya tengo la vista puesta en las obras y edificios derruidos. Material, mucho material anda suelto por la calle… Vamos a convertir puertas en mesas.

Convertir puertas en mesasAntes de nada, hazte con un tubo de masilla. Aunque este ejercicio tenga mucho de «haz lo que te parezca», os aseguro que quedará notablemente mejor si extraes el pomo o picaporte primero. Con esto ya te he adelantado el primer paso: quita el pomo/picaporte y rellena el agujero con la masilla. Tocará esperar a que se seque. Tras el primer paso, será momento de lijar, para limpiar la puerta de imperfecciones y sobre todo para que la masilla aplicada quede al mismo nivel que el resto de la pieza. Una vez preparada la (ex) puerta, las posibilidades se multiplican como las moscas.

La primera posibilidad es para aquellos que quieren disfrutar de su nueva-vieja adquisición. Básicamente, poner la puerta a funcionar. Bien atornillando una pata, bien siendo más bohemio y sustentándola sobre dos o tres caballetes. Si nos centramos en la faceta decorativa, tenemos la posibilidad de tintar los cristales (en caso de que tenga) o rellenar las hendiduras de la puerta con piedras de colores. Tanto una posibilidad como otra pueden ir acompañadas con un cristal del mismo tamaño que la puerta. Otra posibilidad es elevar el cristal, de modo que se establezcan dos niveles.

Para el final he dejado un ejemplo algo más complejo, apto para los más puestos en las lides del reciclaje. Consiste en cortar los extremos de la puerta (la misma distancia por cada lado) y usar éstos como laterales de la mesa. Entre ellos se puede colocar un tablón que además de evitar que se abra la mesa nos dejará un revistero excepcional.

Imágenés: atesanos.info, javies.com