Nos adentramos de nuevo en las herramientas del Do It Yoursef (DIY). La técnica craquelado es perfecta para restaurar muebles. Vamos a poner unas cuantas grietas.
El mundo cambia, constantemente. Y lo está haciendo tanto que lo que hace décadas era síntoma de deterioro, hoy es tendencia; lo que hace años era indicio de cambio, hoy se busca para añadir matices a cualquier mueble abandonado o apartado. Y precisamente en ese proceso entra la técnica de decoración que traemos, el craquelado.
El craquelado consiste en conseguir un efecto de madera deteriorada. O mejor dicho, el efecto de pintura desgastada y madera envejecida. Lo que viene a ser traer el mueble del futuro al presente. Existen diferentes formas de craquelar, en función del tipo de grieta que pretendamos.
El material necesario es:
- Lija madera nº 120
- Pintura selladora
- Pintura (color con el que se visualizarán las grietas)
- Pintura (color que destacará en la superficie)
- Craquelador
- Barniz
Lo primero que debemos hacer es aplicar la capa de pintura selladora. Ésta otorgará adherencia y eliminará la porosidad de la madera. La imprimación, el primer paso, es esencial para que el último sea correcto y la pieza gane en durabilidad. Cuando la madera esté seca, pasaremos levemente la lija por encima.
El tercer paso es aplicar la pintura del color que queremos que se vean las grietas. Recomendable color claro si la superficie es oscura y viceversa. Tras el secado, se aplicará una capa de craquelador. Conviene cubrir la base bien pero sin que gotee. La capa secará entre dos y cuatro horas. Encima de la capa de craquelador se suministrará la capa de pintura superior. En esta ocasión, no volver a pintar por encima de donde se ha pintado, ya que se taparían las grietas. Existen variantes, como realizar este proceso con una esponja y así conseguir una grieta más estrecha.
Una vez el proceso haya finalizado, utiliza barniz para proteger el craquelado.