La decoración de pisos pequeños conlleva grandes dudas, pero si además el piso es estrecho, todavía más. Un desafío de los grandes.
Transformar un espacio pequeño en una zona amplia puede tener mucho de magia, sobre todo si la estancia en cuestión se presenta estrecha. Y es que una de las complicaciones que más puede cambiar y dificultar un proyecto es la falta de amplitud. Sacar provecho a estas estancias no es sencillo, pero tampoco imposible. Basta con poner en práctica una serie de conceptos o consejos con los que optimizaremos el espacio.
Muebles. Como es lógico, los muebles de gran tamaño quedarán descartados. En su lugar, piezas medianas, cuando no pequeñas. Si lo que te interesa es una chaise-long (elegantes sin duda), mejor buscar una modular para componer a medida su distribución. Eso sí, ten en cuenta el fondo del asiento. Además de reducir el tamaño de los muebles, intenta que éstos sean los mínimos posibles, para ahorrar espacio y facilitar el paso.
Color. Otra pista de las fundamentales. Los colores claros potencian la sensación de amplitud, por lo que será casi imprescindible recurrir a ellos. Y no sólo en las paredes, sino también en los objetos y textiles que queramos implementar. Ahora bien, esto no significa que debamos renunciar al color. Los complementos agradecerán un poco de color.
Organización. Quizá la palabra que más represente el objetivo es minimalismo, pero tal vez con mantener los espacios bien organizados tengamos suficiente. Crea espacios con una intención clara y decora en función de la misma. Los muebles pueden servir para delimitarlas. Traza posibles rutinas de vida e intenta dejar libre el espacio necesario para llevarlas a acabo.
Extras. Huelga decirlo, pero mejor una lámpara junto al sofá que una mesa; mejor un televisor plano que un pantalla de tubo; mejor un biombo como pared improvisada que una estantería; mejor cuadros claros que vinilos oscuros…