Llevamos mucho tiempo diciendo lo que sí hay que hacer. Pues bien, esta vez nos centramos en lo que no hay que hacer, en errores comunes de la decoración.
La decoración es un proceso que requiere tiempo. Que la mezcla de estilos, colores y formas se haya convertido en la mayor baza sobre el tapete del interiorismo no significa que la experiencia se dé por demostrada. Ni mucho menos. Lo hemos comentado infinitas veces, la imagen de nuestra casa dice mucho de nosotros, y debemos de reconocer que nosotros somos seres complejos y llenos de contradicciones (afortunadamente). En ocasiones no sabemos distinguir entre lo adecuado y lo incorrecto. Por eso, no está de más repasar algunos errores fundamentales de la decoración que todos cometemos en un momento un otro de nuestra vida.
- Saturación. Desde las estanterías a los sofás. No es necesario que ocupes hasta el último milímetro de las baldas con figuritas, jarrones y cuadros; tampoco que ocultes el sofá bajo un manto de cojines. Deja a un lado el radicalismo barroco y el sobre-sentimentalismo. Selecciona lo que mejor vaya con la estancia y libera espacio. Básicamente porque en tu hogar vives tú, no tus bienes materiales. Y si te defines como coleccionista, busca un hueco coherente para tu colección.
- Colores. Lo sencillo funciona. El beige, el blanco, el negro… no fallan. Son colores comodín. La mezcla también es buena, y existen combinaciones absolutamente deliciosas. Rojo con negro, naranja y marrón, rojo y blanco… Ahora bien, ten cuidado al mover las fichas cromáticas, porque existen combinaciones que distan mucho del concepto de belleza. Intenta que todos los colores no pugnen por destacar: uno es el eje, los demás, detalles.
- Estilos. Tomar ideas de diferentes estilos, si se hace correctamente (buscando puntos en común), es una buena idea. No obstante, en ningún caso debes repartir estilos a lo largo y ancho de la vivienda. Dormitorios, baños, cocina, salón y pasillos forman parte de un todo. ¿Te imaginas una sala rústica y la contigua minimalista?
- Funcionalidad. Es una casa, no un escaparate. El objetivo es conseguir un espacio acogedor, donde te sientas cómoda. Si antepones lo que tienes a lo que eres, error decoración. Tu controlas tu hogar.
- Detalles. Los detalles los conforma la actualidad de la época: flores artificiales, no; pasillos vacíos, no; ventanas sin cortinas, no. Aunque tal vez quieres romper las reglas establecidas.
Imágenes: vogue.es, mamaslatinas.com