No todo va a ser darle vueltas al salón y los dormitorios principales, las habitaciones infantiles también dan mucho juego en el campo de la decoración.
Tenemos la cabeza como un bombo con tantas posibilidades para el salón: que si arte contemporáneo interpretable, que si las líneas sencillas -igualmente interpretables- del minimalismo, que si un retrato, que si estantería con objetos de viajes, plantas para dar un toque natural y manualidades hechas por la pequeña de la casa… ¿la pequeña? Espera, su habitación también tiene paredes, y vacías no lucen en absoluto. ¿Qué colocamos, a ver que piense… porque a tan temprana edad no pueden descifrar el surrealismo y tampoco es plan de colocar lo que vaya con mi personalidad. Tiene que desarrollarse. Debería ser algo útil, para que el niñ@ pueda interactuar con el entorno… ¡Un medidor!
Colocar un medidor en las habitaciones infantiles es una salida perfecta, porque resulta sencillo, alegre y divertido (conviértelo en un juego). Y por si fuera poco, duradero, porque mientras el peque se encuentre en época de crecimiento, tendrá un uso. No entendamos el medidor como una simple regla con números, tiene un potencial tremendo.
Encontramos diferentes tipos de medidor: de madera, de tela, adhesivos… Los de tela tienen algún que otro contra, ya que al no fijarse cien por cien a la pared, pierde un poco su funcionalidad. Tienen un carácter más decorativo. Por ello, nos quedamos con lo otros dos. Si tenemos en cuenta la línea editorial del blog, os instaríamos a utilizar el de madera, por el estilo natural, ecológico y elegante, pero haremos una excepción y nos decantaremos por el vinilo.
Debemos hacer hincapié en las posibilidades del vinilo. Posee las mismas características que los modelos de tela y madera pero además permite variaciones a medida, combinando adhesivos. Letras, animales, nubes, astronautas… todo está al alcance con un medidor.
Imágenes: sweetscandinavia.com, holloware3.rssing.com