La mecedora ya no es un objeto para abuelitas a las que les gusta el punto de cruz. Los diseños han cambiado y la mecedora se ha convertido en un lugar donde relajarse con su suave bamboleo.
Tener una silla (o cuatro, una para cada lado de la mesa) no resulta alternativo, por muy moderno y arriesgado que sea el diseño. Y es que quién no tiene sillas en casa… hasta taburetes con forma de dragón. Ahora bien, las mecedoras… eso es arena de otro costal. Ensamblar una mecedora en el salón de casa o en el dormitorio no es fácil, ya que históricamente se ha relacionado el objeto con una vida pasiva y vieja. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, porque son el lugar perfecto para leer un libro, dar lactancia y hasta echar un sueño.
Para conformar nuestra galería hemos tenido en cuenta un factor principal, su viabilidad para acoplarse en la vida del día a día. Es decir, hemos dejado de lado (tardeo temprano lo abordaremos) diseños extraños que tienen más de juego estético que de pieza funcional.
La primera de ellas se encuentra a caballo entre la silla y la mecedora clásica. Destaca la madera de abedul en tono natural y el tapizado de lona en crudo. Su carácter neutro la convierte un un camaleón de la estancia, ya que puede encontrarse tanto en un espacio minimalista como nórdico. Hasta gótico si nos lo proponemos. La segunda también la encontramos en el bloque de las sencillas, y su fuerte reside en la sencillez del esqueleto. Modelo construido para interior y para exterior.
El modelo número tres, premiado en 2006 por el Magazine Annual Design Review, aboga por las formas orgánicas y la solidez. Por ello su anchura y corte bajo. Asimismo, está inspirado en el estilo africano. Elegante a la par que sencilla. Y de ahí pasamos a un diseño que busca más el relax que la comodidad. Con esto me refiero a que intenta ir un paso más allá, acercarse a la funcionalidad de un sofá. Construida en caoba, pretende traer la esencia de los años 60 y 70 al presente. Retro, muy retro.
Por último, una mecedora arriesgada, para romper con la tónica llevada hasta ahora. Alto standing en madera y cuero, prácticamente limitado a entornos luxury. Un objeto que apuesta más por la decoración o uso casual que por el pragmatismo. A modo personal, ¿alguien ve en el respaldo un ojo con cuernos..?
Imágenes: portobellostreet.es, dimeic.com, decorreport.com, mueblesueco.com, jahroc.com.au, visualremodeling.com