Las casas rústicas siempre son acogedoras y confortables, y no es por otra cosa que por su entorno natural y su ambientación en madera. Esto último puedes conseguirlo con muebles reciclados. El detalle perfecto.
No tires a la basura las escaleras de madera que se quedan viejas. Con un poco de trabajo, tampoco mucho (no vayamos a cansarnos), puedes obtener un toallero original que te hará un servicio fantástico.
Si analizamos cómo es un toallero, fácilmente podemos llegar a la conclusión de que la pieza consta de barras (tres, cuatro, cinco…) colocadas de diferentes formas, en función de la altura que nos interese. Pues bien, ¿partiendo de esa premisa, por qué no nos hacemos uno nosotros? Para la máquina. Si antes analizamos una escalera, llegamos a la conclusión de que también son barras (tres, cuatro, cinco…) colocadas de diferentes formas. Espera un momento. ¿Si se definen por el mismo patrón, podemos intercambiar sus funciones? Va a ser que no podemos utilizar un toallero como escalera, pero sí podemos utilizar la escalera como toallero… podemos decir que estamos de enhorabuena.
Vamos a lo sencillo. Ni siquiera necesitamos la uve completa que conforma la escalera. Dependiendo del espacio de que dispongas, puedes quedarte sólo con uno de los lados y apoyar éste en la pared. Tantas barras como tenga la escalera, tantas alturas tendrás. Así de sencillo. Antes de darle un uso, lija la escalera para eliminar astillas y dale una capa de barniz o esmalte que proteja de la humedad. Quieras que no, el acabado será más adecuado para el aseo.
En caso de que la escalera te resulte molesta en el suelo, tienes la posibilidad de colgarla en la pared y ganar las barras más próximas al suelo.