Los seres vivos alegran nuestra vida. Demostrado. Puedes disfrutar del calor de un animal de compañía o en su defecto, de hermosas plantas y flores. ¿Jugamos con las plantas de interior?
Una estancia monocolor, el que sea, resulta sobria, demasiado distante y desligada del calor que se supone que debe tener una casa. Por eso, la decoración y el interiorismo juegan con los diferentes colores y las tonalidades de éstos. Los normal es hacerlo en muebles, paredes y objetos de repisas, armarios y estanterías. Uno de los que no acostumbra a faltar son las plantas. Reducen considerablemente el estrés, favorecen la armonía del luegar, disminuyen la cantidad de polvo (alrededor del 20%) y para los fanáticos de la funcionalidad aumentan la eficiencia en ámbitos laborales…
Vamos con los factores a tener en cuenta:
- Las condiciones de luz, humedad y temperatura. En muchos casos, éstas tienen mucha relación con el tipo de sala: salón, comedor, pasillos, baños, cocinas, terrazas, balcones…
- No compres especies que precisen un gran cuidado si no se lo vas a poder dar. Si somos responsables con los objetos de la estancia, lo tenemos que ser mucho más con las plantas. Principalmente tenemos que ser consecuentes.
- No cambies la planta de lugar porque necesitan adaptarse a su entorno. Centros de mesas con flores… Y a poder ser, siempre lejos de estufas y radiadores.
- Las diferentes tonalidad de verde transmiten relax y calma. El amarillo y el rojo exaltan. El blanco iluminan la zona y funcionan de maravilla en rincones oscuros.
La Aspidistra, el Ciso, la Alocasia y el Caladio son óptimas para zonas con poca luz; si el lugar tiene un buen nivel de luz natural, tienes el Kalanchoe, la Begonia o la Drácena. Los cactus, ideales para atmósferas secas; si se da el caso contrario, una atmósfera húmeda, tienes el Ficus, la Episcia y la Flor de cera.
Imágenes: gdefon.org, eltarotsideral.com