Contamos los días para que llegue el buen tiempo y nuestra cabeza se llena de piscinas, sol y tumbonas. No obstante, hasta que llegue el día, seguimos con los salones con chimenea, al calor de la lumbre.
El invierno agoniza y las buenas temperaturas asoman de vez en cuando. Nosotros, amantes del calor (-et), de tostarnos al sol en la terraza de casa y de la manga corta, ya sentimos la euforia anticipada. Ahora bien, no perdamos en norte, porque cuando nos encontramos con un día poco agraciado, tapado, buscamos ambientes cálidos en los que acurrucarnos. Y qué mejor calor en una vivienda que el de una chimenea. La entrada de hoy hace un repaso de los diferentes ambientes que podemos conseguir con las diferentes chimeneas que el mercado ofrece.
Podríamos hablar largo y tendido sobre la chimenea clásica, con su formato horizontal y repisa donde colocar todo lo que sacaste de la tele cuando te pasaste al formato plano, pero tal vez en otra ocasión. Hoy atenderemos a diseños y formas modernos. Aunque igual de confortables.
Para que el trayecto no sea muy extremo, iniciamos el recorrido por un clásico que con el tiempo ha adquirido un matiz moderno. No es otro que incrustar la chimenea, en su mínima expresión, en una pared de piedra. Sí, efectivamente, nos recuerda en sumo grado a la estética rústica, pero añade un matiz distinguido. Y de aquí damos un salto a los salones que elevan el grado de sofisticación, porque una chimenea puede abandonar ambientes rústicos si lo único que mantenemos del concepto clásico es el fuego. A modo de ventana. El contraste de entornos, con el fuego (lo primario) y un interiorismo vanguardista (lo moderno) resulta muy atractivo. Bien es cierto que siempre y cuando el espacio entre los diferentes muebles lo permita. Lo mismo podemos argumentar para defender la mezcla de entornos minimalistas y chimeneas. Y es que una chimenea de buen seguro que se torna el centro de cualquier salón. Y si está encendida, más todavía.
En un nivel superior (cómo se notan las alturas), y arriesgando todo lo que tenemos en cuestión de mezclar estilo, nos arrancamos con una chimenea junto (separadas por una cristalera) a una piscina. Si el espacio el considerable, por qué tener que elegir… lo quiero todo.
Por último, nada de estilos, ni ambientes ni estéticas. Consideremos la chimenea como un objeto de arte, coloquémosla en el centro del salón y si sus formas son originales y llamativas, el trabajo será fácil.
Imágenes: visitacasas.com, blog.hola.com, blog.shiito.es, chimeneasmodernas.com, chimeneasmagma.com, pisos.com visioninteriorista.com
poner una chimenea en un salón. Ya hay una entrada con ello.
tipos foto:
rústica
con piedra
con piscina, para romper con la idea de «sólo para lugares fríos»
diafanos
como objeto de arte