Técnicas de decoración: Sublimación

Hoy traemos cauces nuevos en el campo del DIY (Do It Yoursef). La técnica decorativa sublimación nos permite transferir imágenes a textiles, alfombrillas y cómo no, madera.

Tecnica decorativa sublimaciónLa sublimación nos acerca de nuevo (ya lo vimos con el Estarcido y el Decoupage) a la posibilidad de transferir nuestros dibujos, imágenes y motivos preferidos a planchas de madera, con lo que una vez finalizada esta entrada no tendrás excusa para eludir diseñar tus propios puzzles, cuadros o cajas decorativas.

El proceso para llevar a cabo la sublimación es francamente sencillo, aunque debemos tener en cuenta algunos factores previos a nuestro ejercicio. En primer lugar, la tinta utilizada en las láminas no es la que podemos tener cualquiera de nosotros en la impresora personal. La tinta de la sublimación está preparada expresamente para la transferencia, ya que reacciona con el calor. Asimismo, en el mercado existen impresoras cuya función es concretamente realizar este tipo de trabajos. Lo mismo sucede si nos fijamos en el papel. Éste no absorbe la tinta, sino que sólo es un soporte recipiente que nos permite la transmisión. Vayamos a la práctica.

En el caso de la madera:

  • Consigue los materiales cumpliendo los requisitos antes mencionados. Además, la imagen de la lámina debe estar en modo espejo (recuerda que se aplica boca abajo).
  • Lija la superficie de la madera de forma somera, en el sentido de las vetas.
  • Aplica un base suave de pintura acrílica blanca, para que los colores del dibujo no se vean distorsionados.
  • A continuación, suministra una capa de adhesivo polímero absorbente sobre la pieza de madera (se recomienda verterlo sobre recipientes de metal). No te excedas en la cantidad, que quede toda la base cubierta hasta los límites de la madera (esto en caso de que trabajemos con planchas manejables).
  • Deja secar 24 horas. Conviene asegurarse de que se ha secado bien, ya que de no ser así podría pegarse la lámina a la madera.
  • Enfrenta la lámina a la madera. Procura que no se mueva. Esto es fundamental.
  • Con la plancha caliente (sin vapor), ejerce presión sobre la madera y la lámina, poco a poco. Puedes levantar ligeramente el extremo de la hoja para asegurarte de que el proceso se realiza correctamente. Eso sí, sin que ésta cambie de posición.

A partir de aquí, innova con la práctica. Quizá prefieras que la imagen no quede del todo sublimada, las imperfecciones en este tipo de dibujos puede resultar muy atractiva.

Si no tienes muy claro el proceso, mira el vídeo que te adjuntamos.