¿Estás harto de los típicos cuadros que no dicen nada? Utiliza vinilos decorativos para tus pareces, ilustran tu estancia y además te transportan de nuevo a tu fantástico viaje.
¿Qué colocar en una pared en blanco? Ocupar un espacio en la pared es complicado, porque a diferencia de hace unas décadas, en las que cualquier cosa (payasos, bailarinas, flores…) tenía sentido, ahora todo debe tener un porqué, debe decir algo de tu personalidad. Y ser moderno… Forma parte del proceso de personalización decorativa por el que transitamos en la actualidad. Y ahí es donde el ejercicio decorativo cobra tanto interés como relevancia.
Aprovechando que la tendencia dicta paredes lisas (también pasaron a mejor vida el gotelé y el estucado), una opción fabulosa para tu pared es colocar un vinilo. Los tienes de todo tipo, pero nosotros hemos querido centrar el contenido en los vinilos decorativos de ciudades. Un skyline de tu ciudad favorita tiene encanto, resulta reconocible para las visitas y dice mucho de ti (un poco en función de la ciudad escogida). Asimismo, nos encontramos ante una pieza que no precisa una estancia u otra, es válido para cualquier zona de la casa: sobre la cama (simulando el cabecero), presidiendo la habitación, encima del sofá…
Si quieres un toque menos desenfadado, puedes mezclar esta opción con la habitual del marco. El skyline con una moldura negra sería perfecta. El dibujo de la ciudad no quedará tan incrustado en el espacio y el relieve le dará notoriedad a la lámina. ¿Todavía más elegante? La moldura negra con un filo de plata -diseños muy contemporáneos- es la solución.
Barcelona, Madrid, Londres, París, Nueva York y Roma. No te pierdas la galería.
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